11/10/07

(Largo) Vueltas sobre "El nombrar y la necesidad" de S. K.

Estuve releyendo “El nombrar y la necesidad” de Kripke y me vinieron varias cosas a la mente. Espero poder decir algunas aquí, si no me da hueva y lo dejo todo mocho... ja.

No quisiera que se entienda esto como una especie de repudio o, siquiera, como algún intento “serio” de criticar los planteamientos de Kripke. Primero, porque para hacer una crítica seria debía declararme incompetente, no creo estar en la posición de hacer algo parecido; segundo, y en lo que respecta a algún tipo de repudio, sería deshonesto, cuando pienso que los planteamientos que Kripke hace en este libro son en varias formas interesantes. Por otra parte, algo de lo que también debo declararme un tanto incompetente es de adular a alguien, de la forma que sea, creo que es algo que no me sale. Habitualmente cuando leo a alguien lo hago buscando en lo que me parece que se está equivocando y con lo que no estaría de acuerdo o lo que me parece que no queda del todo claro o que se presta a confusiones y cosas así; supongo que soy el típico “contreras” (ja, esta palabra se me ha hecho siempre bien cagada). Si dicen blanco yo digo negro, igual si es evidente que es blanco, sólo por pasar el rato y a ver que pasa, a veces resulta que les entra la duda. Pues bueno, espero que no se vaya a tomar muy en serio todas la barbaridades que pueda o no decir. Normalmente nadie visita está pagina, así que no importa demasiado, pero sea el caso y si algún Kripkeano pasa por acá me corrija con argumentos y no sólo se ponga rudo y grosero.
(A veces me castra que cuando leo a alguien me parece que estoy leyendo a alguien más, eso me pasó un poco con Kripke, como cuando dice: “¿Concluirías [Hipías, o cualquier otro nombre griego adecuado], con base en esa descripción, que algunos tigres son reptiles? No; más bien concluiríamos que estos...[etc., etc.]” Pero no es relevante, de hecho no sé porque lo menciono. Eso no se acerca ni en lo mínimo a ser un argumento. Creo, firmemente (con todo y eso de duda que hay en el creer), que si alguien dice algo, lo que sea, que se acerque a la verdad, sigue siendo lo mismo, lo diga como lo diga, sea quien sea; digo que si una verdad es verdad, al menos dentro de ciertos parámetros (no me importa si es lo contrario fuera de ellos), lo sigue siendo si la dices como una canción, como un chiste, como un poema, si la escribes en un libro, en la pared o si te la escribes en el culo (siempre y cuando ello no la trastornara internamente, digo.... si escribiste en un cuaderno “esto en lo que he escrito no es un culo”, caso cierto y luego te lo escribes en...etc.,etc.). Pero bueno, dejo esto.)
Creo que hay varias cosas que se prestan a confusión en este libro de Kripke (que de hecho son unas conferencias, más bien). Pero no de todas me queda muy claro en que sentido, sólo lo tengo intuitivamente, así que intentaré no mencionarlas para no cagarla en exceso.
Hay una parte en la que Kripke plantea que es necesario que una cosa esté hecha de la materia con la que de hecho está hecha, pone como ejemplo una mesa que se supone está frente a él mientras da las conferencias; la cual en ningún sentido contra-fáctico podría haber estado hecha con otra cosa. Por el contrario, la materia con la que de hecho está hecha esa mesa, en un caso contra-fáctico, podría no haber formado esa mesa, podría haber sido cualquier otra cosa o dejar de existir antes de formar dicha mesa; pienso que esto es cierto. Sin embargo, este ejemplo, creo, tiene como función explicar qué es un designador rígido, pero pienso que esto nos puede lleva a ciertas confusiones. Ya que Kripke mismo no lo afirma así, podemos pensar que es algo que se presta a confusiones, aunque podría ser el caso que él mismo lo planteara en ese mismo sentido. Veamos, B (alguna cosa, la mesa de la conferencia, por ejemplo) está hecho de A, A es una porción de materia o algo parecido (creo que eso es muy confuso), por ejemplo, un pedazo de madera, como lo plantea Kripke, según esto, es necesario que B esté hecha de A, A es necesario para B, pero B no es necesario para A. Si tomamos esto en general, B es una forma, como la que plantea una mesa, pero aquí no es ninguna, A es cualquier porción de materia, lo anterior nos podría llevar a plantear que a toda B les es necesario A, pero que a toda A no le es necesario B; lo que sería lo mismo que decir que toda cosa, cualquiera, está hecha de materia, “estar hecho de” es necesario para A y por el contrario que a toda materia no le es necesario ser una cosa o formar algo; pienso que eso sería incorrecto. Como ya dije, esto no es algo que Kripke plantee, yo pienso, más bien, que siguiendo a Kripke uno podríamos llegar a estos argumentos que estarían más bien equivocados, pero para ello tendríamos que desplazarnos fuera del los planteamientos de Kripke, en el sentido que busca sólo plantear lo que es un designador rígido según una teoría de los mundo posible (aunque él mismo plantea que repudia ciertas formas de entender el problema de los mundos posibles). En algún sentido, lo planteado por Kripke apoyaría una forma de esencialismo (entendiendo esencial como lo que es necesario) y repudiaría otra. Apoyaría quizá una forma de identidad (no en el sentido leibniziano, creo que en el de ninguna forma lógica, sino en la forma de distinguir una porción de materia de la demás materia, si es que ello fuera posible) de la materia que estaría relacionada con la identidad de las cosas, en el sentido que aunque yo tuviera una mesa “igual” a la que estaba en la conferencia frente a Kripke, no serían la misma mesa; pienso que esto también es cierto. Por otra parte, aún creo que es un tanto chocante para una forma de esencialismo desde el que se plantea que a ninguna mesa le sería necesario estar hecha de madera, por ejemplo, en el que, de igual forma a ningún pedazo de madera le es verdaderamente necesario forma una mesa. Sólo si fuera el caso de un fatalismo absolutista... -Tú, pedazo de madera, estás destinado a forma esa mesa y sólo esa mesa (que de hecho no veo muy claro como defender esa posición, tal vez por la auto-consistencia de una historia específica).
Cómo se podría pensar esto desde los mundo posibles, como lo plantea Kripke? Pienso que el planteamiento a este respecto para sostener que a B es A y que a A es ¬B, dados una A y B específicos que hace Kripke, es un tanto ventajoso, al introducir más términos. Dice Kripke (en una nota, por cierto):

“Sea “B” un nombre (un designador rígido) de una mesa, sea “A” el nombre de una pieza de madera de la cual la mesa proviene de hecho. Sea “C” el nombre de otra pieza de madera. Supóngase, entonces, que B fuese hecha a partir de A, como en el mundo real, pero también que otra mesa D simultáneamente a partir de C. Ahora bien, en esa situación B ≠ D; por ende, aun cuando sólo D fuese hecha, y ninguna mesa fuese hecha a partir de A, D no sería B.”

Como se puede ver esto no es confundente o algo parecido, de hecho es cierto en un sentido riguroso. El problema que veo es que no nos dice nada de que no-A y cualquier otra cosa para forma B no sea un caso contra-fáctico en un mundo posible, porque se está hablando de dos mesas paralelas, pero que no se afectan de ninguna forma; de suerte que se puede plantear lo contrario. A ≠ C, lo cual tampoco nos dirá que no-B y cualquier otra cosa que formaría A no sea un caso contra-fáctico. Pues no, de hecho, creo que esto nos dice nada, sólo que Juanito P. y Pepe G. no son iguales aunque hubieran sido procreados al mismo tiempo y dados a luz de igual forma. Es decir, esto, en manera alguna es una argumento para apoyar un principio de que “la sustancia de la que está hecho [algún objeto] le es esencial”, de lo que se seguiría que no existe un caso contra-fáctico en el que B no estuviera formado por A, ya que A sería esencial a B.
Pienso que el caso que plantea Kripke es como sigue, si B es el nombre de un objeto o cosa (creo que no hace distinciones al respecto) y B es un designador rígido que designa A (un pedazo de materia que forma algún objeto), en efecto no hay forma en la que en un mundo posible B no fuera A. Pero pienso que el problema se encuentra en el hecho que A (en el caso que plantea) no designa rígidamente B, sino B teniendo una forma específica, llamémosla X (para distinguirla del nombre que la designa rígidamente), de forma que como tan no es necesario que B tenga la forma X, tampoco es necesario que X esté formada por B, y que si esto se designa rígidamente debía de argumentarse que no existe ningún caso contra-fáctico en el que X no estuviera formado por B y en el que B no tuviera la forma X. Pienso que hay algo ahí que se enredó en la construcción de Kripke, entre el nombre-la forma-la materia. Pienso que es muy difícil argumentar un caso contra-fáctico en el que A no fuera B, pero que no es el caso en el que X no estuviera formado por B, y que es, incluso, más complicado plantear que no hubiera un caso contra-fáctico en el que B no formara A. Esto creo que nos haría inclinarnos porque Kripke está en lo cierto, y que como el caso contrario en el que A no estuviera formado por B en especifico sería muy complicado de plantear, seguramente sería una postura equivocada. Pero creo que no es el caso.
El caso es, más bien, que B es un enunciado abierto y A un enunciado cerrado, por una parte. Es decir, si A es un “pedazo de madera” no se podría plantear en un sentido contra-fáctico un caso en el que A no estuviera hecho de madera , es evidente que un pedazo de madera necesariamente está hecho de madera. Aquí surgirían diversos problemas, sobre usar el término pedazo, como bien se ha dado cuenta Kripke, un pedazo de madera puede tener cualquier forma, incluso podemos decir que una mesa es un pedazo de madera y que fuera el caso de A, donde se diría que B (una mesa) esta hecho de una mesa, es decir de A, en el caso que pedazo de madera tuviera la forma de mesa. Por otra parte, decía que A es un enunciado “abierto”, A significa “una mesa”, una mesa de cualquier forma y de cualquier material. En el caso de Kripke es la mesa que está frente a él, no sabemos de que forma es, el único dato que tenemos es que esta hecho de B, donde B es un pedazo de madera. Bien pienso que lo que tenemos ahí son dos objetos con al menos dos dimensiones que pensar, B es de madera y es un pedazo, A es una mesa y está hecha de algo. Puedo pensar que la tendencia a decir que B puedo ser cualquier otra cosa que no fuera A, incluso pudo no existir, pero que A necesariamente tiene que estar hecha por B en todos los mundos posibles, de forma que B es esencial a A, surge de la idea de pedazo de madera, que en ningún sentido contra-fáctico pudo haber estado hecho de otra cosa.
Pero creo que esa no es la línea que sigue Kripke, así que no voy a inventarle. Más bien argumenta que hay un principio que implica a los objetos esencialmente con su origen y que esa implicación los implica, también esencialmente, con lo que están hechos. Esto no me queda del todo claro, pero puedo pensar que es cierto, que hay una implicación de los objetos con lo de lo que están hechos, pero debo pensar que hay una implicación de los objetos con la forma que tienen. Creo que es evidente que objeto aquí no se entiende en el sentido Wittgensteiniano, es decir como algo simple o que fuera la sustancia del mundo, ya que se intercambia objeto por cosa sin ningún miramiento; no pienso que eso sea algo grabe, por el contrario, creo que sólo quiero evitarme malentendidos con migo mismo. Bueno, dada esta doble implicación, y partiendo del argumento irrebatible, que no es el caso, creo, que nos dijera que B necesariamente está formado por A, se verá que es una contradicción decir que B no necesariamente forma A; partiendo de que A es necesario a B. Es decir, debido a una co-implicación si A para B y B existe B para A. Pongámoslo así, si A (la mesa), necesariamente está formada por B, (el material de la que de hecho está formada la mesa de la que hablamos), es evidente que si A existe B necesariamente formó A, ya que si B existe necesariamente está formada por A; B existe, entonces A forma B. Esto sería por el momento para todos los mundo posibles donde B existe, en un caso contra-fáctico donde B no formó A sino C (una silla, por ejemplo)o cualquier otra cosa o no formó nada, ya que hay una necesitación, una esencialidad de A para B, B no existe. Recordemos que Kripke plantea que es necesario que las cosas estén hechas con lo que de hecho están hechas, es decir, ya que en este caso A es necesario a B, no existe una situación contra-fáctica en la que B no esté hecho de A, se seguiría que no hay una situación en la que A no forma B. Es decir, no es el caso en el que B existe en todos los mundo posibles, es el caso en el que si B es un designador rígido no sólo implicaría la materia con la que está hecha, sino también la forma que tiene esa materia al formar un objeto. Es decir, en esta posición, desde la que planteo los mundos posibles, en la que B existe y es un designador rígido, no debía existir un mundo posible en el que A no hubiera formado B, si se quiere ser consistente con la idea de que los objetos están implicados esencialmente con la materia con la que de hecho están hechos, y con que no se puede plantear contra-fácticamente un caso en el que un objeto no esté hecho de la materia (teniendo en cuenta, además, todos los problemas que de hecho este termino plantea) con la que de hecho está hecha. Pero pienso, es el caso, que uno puede plantear contra-fácticamente un montón de situaciones en las que A no necesariamente formó B. Así, pienso que esto es lo que está a favor del planteamiento de Kripke, en la medida en que puede pensarse que no he dicho nada, porque desde cierto punto de vista es evidente que, aunque puedo decir que es necesario que B forme A no los es para todos los casos, no lo es para los casos en que B no existe, luego eso que se dice “necesario” debía ponerse entre comillas, y, por el contrario, para todo los casos en que B existe es necesario que esté formado por A (esta necesidad la estoy entendiendo desde la postura de Kripke, yo no he afirmado que ello sea así), luego: A es una esencia de B, y B no es una esencia de A. Pero pienso que esto no es tan evidente, tomemos distancia. Si la posición en la que para B es necesaria estar formada por A, es en la que B es un designador rígido, es decir, en un estricto sentido esto se da según este sistema. Así para que A sea necesaria a B es necesario que B exista y que sea un designador rígido, por ende: Es necesario que B exista (para que exista el planteamiento, para que exista un designador rígido y mundos posible) para que A sea esencial a B, luego B es necesaria, lo cual implica que A necesariamente forma B. En otras palabras, para que yo pueda mentar mundos posibles o casos contra-fácticos, es necesario que exista un mundo fáctico (si pensaron en mundos posibles a partir de los cuales se plantean mundos posibles, ello no cambia el argumento, sólo desplaza la estructura), es necesario que exista una mesa fáctica a la cual le es esencial estar hecha de la materia con la que de hecho está, por lo tanto es esencial que esa materia forme sólo esa y únicamente esa mesa. La única forma de liberar A de formar B es en los casos en que no existiera una B fáctica, pero en este caso la esencialidad (supuesta por Kripke) de A-B también desaparece, junto con la esencialidad B-A.
Entonces, puede ser que Kripke se equivoca al defender un esencialismo materialista (espero no estar siendo exagerado con este nombre), que no puede cerrar una opción y dejar abierta otra, sino que ha de ser necesario que, para que sea consistente, las dos opciones estén cerradas. Pienso que habría que darle una cucharada de su propia medicina a nuestro querido Kripke, como cuando dice que el filoso no es el que, desde cierto punto de vista, dice que no es posible que Nixon no sea presidente si preguntas ¿Es posible que el presidente Nixon no hubiera sido el presidente?, el filoso es el que encuentra que en un sentido contra-fáctico, de hecho, Nixon pudo no ser presidente. Por mi parte pienso que se pueden plantear casos contra-fácticos en los que, de hecho, una cosa no esté formada con la materia con la que de hecho está formada y siga siendo esa cosa. Pero ya me fastidie. Así que aquí le dejo.
Bueno, unos cuantos renglones. Creo, además, que lo que iba decir era sólo que el planteamiento se prestaba a confusiones en las que, supuestamente, lo siguiente no sería posible: “M” es el nombre mesa, M podría estar formado por P (algún material), G (algún otro material) y seguir siendo M; de forma que lo contrario también es posible, P es P forme o no forme M; para todos los mundos posibles. Lo cual no contraviene, de hecho, lo propuesto por Kripke. Por otra parte, Kripke plantea que existe verdades a priori que no son necesarias, lo cual no sé si es del todo correcto. Por el momento pienso que no se ha demostrado, lo cual no quiere decir que no sea posible; pienso que el caso de Neptuno es confundente y el del metro está mal planteado. Pero por su puesto concuerdo con el hecho de que existen verdades a posteriori (empíricas) que son evidentes e irrefutablemente necesarias. Y algo importante es la crítica que Kripke hace en este libro del cluster concept, es muy ilustrativa e interesante, además que deja en entredicho muchas de las posturas de la lógica “moderna”.

Pues bueno, lean “El nombrar y la necesidad”, de Kripke, obviamente. Ya me voy a dormir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy haciendo un trabajo de filosofia de la mente. Tengo que comparar los dualismos de Descartes (d. de sustancias), y de Kripke (d. de propiedades). Así que estoy odiando a Kripke, y me sorprende que a ti te dé tanto que hablar :-P

un saludo