5/11/07

Límite

En el mundo todo es verdad, si ha tenido lugar; lo demás son productos de sistemas de representación.
De que un sistema sea coherente, completo y consistente, no se infiere, directamente, que funcione bien como representante; puede, de hecho, no representar nada o sólo un estado posible, sin lugar aún (es decir, una mentira).
En la actualidad, algunos tipos de sistemas de representación saturan el espacio cultural. Debido a su desfase del mundo y que se toman por el lugar de éste (todo lenguaje articula esta estructura), se han abierto abismos entre el imaginario social y lo que, de hecho, ha tenido lugar.

“En el mundo verdaderamente invertido, la verdad es un momento de lo falso” (G. D.)

Sólo nos queda la pornografía, como única salvadora...

6 comentarios:

Cœlispex dijo...

Pero ¿es posible tener un sistema de representación genuino en un mundo abarrotado de estímulos ineludibles?

Más aún, ¿qué hace a nuestro sistema “genuino” más fidedigno que otro? ¿Nuestra interpretación racional de los hechos? ¿La comparación con otros sistemas?

Entonces, quizá uno tiene la alternativa de volver al sistema abierto o cerrado, y en ello radica la posibilidad de nutrirse de evidencias (la estela de lo verdadero en el mundo)

El blog está bien. Ya lo revisaré.

°venganza dijo...

Parece que habría que practicar todas las posibilidades e imaginar otras variantes. Creo que precisamente por este mundo abarrotado de estímulos ineludibles es que deberíamos buscar, si no el sistema genuino por antonomasia, el sistema que nos permitiera clasificar funcionalmente esos estímulos para atender cuales se han disparado del referente, cuales lo falsean, cuales son sólo producto de un sistema de representación (sin representante) que lo satura todo impidiendo asomar la cabeza más allá del él.
Pienso que esto es lo que me parece importan, no si podemos aspirar a un sistema de representación ideal, que fuera el genuino (El fracaso de Wittgenstein es un ejemplo, que podemos leer del "Tractatus" a sus "Investigaciones") en el que se bloqueara el paso a lo imposible (como construcción única del sistema), es decir que clausurara todas sus insolvencias, sino tener siempre presente que se trata de esos sistemas, sea el de la física más avanzada (como constructora de lo real) o el de la teología más antigua; ambas tienen esa misma estructura (evidentemente el sistema de la física me parece mucho más rico).
Es verdad uno tiene la posibilidad de volver a todos las formas de los sistema, no se trata de clausurar un problema. Sin mimesis ni diegesis, por ejemplo, como posibilidades de sistemas de representación no existiría el arte. En la medida en que ellos permiten lo contrafáctico y lo imposible (evidentemente como representación) se puede avanzar, también, en la ciencias, imaginando los caminos y evidenciando los lugares que se cierran como imposibles (paradojas, contradicciones, etc.).
El problema es cuando se nos escapan de las manos, y se quiere hacer encajar lo real, ajustar lo real al sistema que se ha arraigado en el imaginario social. Lo real visita todas las formas como pesadillas del sistema: cuando te das cuenta que estar aplastado frente a la tele no es ni un cuarta parte de emocionante de lo que pasa en tu telenovela favorita, o si te matas de hambre porque a tu cuerpo le sobra materia, según las estructuras admisibles.

Para legitimar que nuestro sistema es genuino, tenemos que abrir el problema. “¿Nuestra interpretación racional de los hechos? ¿La comparación con otros sistemas?”, hay que responder sí a esas preguntas, creo yo, y prepararnos para una construcción, reconstrucción y destrucción constantes.

Cœlispex dijo...

Aquí me acuerdo de lo del aventurado Ulchur, que hablaba de una constante construcción y un "superarse a sí mismo". Y reprochaba eso porque es difícil encontrarle verdadera práctica, a pesar de todo lo que suena a una verdad agradable que se repite tanto como un "buenas tardes". Me jodía que retar los sistemas interpretativos y modeladores y cambiarlos por otros ajustados, se convierta en la excusa para crearse una realidad a conveniencia, amparados en una especie de lema fundado en lo asintótico de una esencia interpretativa (en el sentido que no podemos conseguir un estado puro de observación y gnoseología de la realidad).

Entonces, debe haber algo que tomar como pauta, algo inmutable que sea puesto a voluntad y de preferencia con evidencia. Pero me aturde tal empresa, al considerar que el mismo meta-lenguaje que se usaría para determinar la fiabilidad del modelo racional apelaría a un uso interminable de meta-lenguajes, siendo al final lo mismo que se criticaba: que uno trivialice todo a la necesidad de la ocasión. Por eso creo que el problema de las representaciones sin representante es el problema de cualquier realidad. ¿no vendría a ser un sistema hecho de parches con evidencias, otra especie de representado sin representante?

Es terrible eso de de los circunloquios. ¿Qué es, en esencia, lo que "ha tenido lugar"? ¿Lo que dice el experimento? ¿O la persona que lo entiende?.

¿Infinitos mundos entonces?

Manuel dijo...

¿Donde compro un pornografo barato?

°venganza dijo...

Cœlispex:
Entiendo tu crítica y me parece bastante atinada. Creo que no se puede evitar, de pronto, hacer que aparezca ese espíritu castrante de “filosofía” superacional de libro de tienda de regalos. Pero bueno, tendré que asumir esa responsabilidad.
Mi idea iba más por el problema que se puede leer en ciencias como la física, por ejemplo, la “destrucción” de la mecánica clásica y la construcción de nuevas teorías que amplían un modela de la realidad en el que aquella sólo daba patadas de ahogado. Esta situación, desde luego, no es aplicable a las demás “ciencias”, mucho menos a un campo gnoseológico en general. En el que no se puede, a veces, evitar sonar ingenuo y, ulchurianamente hablando, construir frasecilla de tipo “superarse a sí mismo”, que suenan más bien a sin-sentidos de profundos superficialoides.
Creo que el problema senos podría ir por la larga discusión entre idealismo y realismo, fundamentalista o del tipo que sea. Pero espero que no. Me parece extraño que no se sea aún lo suficientemente creativo para superar esta dicotomía de una vez por todas. Y parece que con esto último te daría más razones par tu crítica: “que uno triviali[za] todo a la necesidad de la ocasión.” Pero asumo que donde nuestros modelos francamente están tirando patadas al aire, deberíamos corregir el camino. ¿Cómo hacerlo y bajo qué parámetros (que fueran lo suficientemente confiables)? La verdad no sé responder, es un problemón que va a parar hasta con la historia y cosas así. El cazo de los infinitos es bastante incidente. Cuando te topas con uno de esos en un sistema formalizado, es seguro que algo ya se jodió, se puede renormalizar el problema y esperar que la cosa funcione. Eso podría ser como hacer trampa, igual echar mano de un metalenguaje. cuando tratas de sistemas finitos y simples pues no hay mucho problema, pero cuando el sistema parece contener al propio metalenguaje, cómo garantizar que éste es más rico que el lenguaje objeto para pretender que venga salvar el pedo como superhéroe epistemológico, o cualquier otra trascendencia que nos solemos sacar de la manga.
Creo que éste problema me deja en tu misma situación, verdaderamente uno queda aturdido.
Este panorama que dejas ver me recuerda alguna de las críticas, que se hace del principio antrópico. Un geógrafo que hace esta lectura del río Mississippi. El río no podría ser de otro forma, pasa justo rodeando las montañas, delimitando los territorios, pasa por debajo de cada puente, no atraviesa ni inunda ninguna población, corre justo en el sentido que debía correr para desembocar en el mar, etc. (me disculpo por no tener la cita exacta y siquiera recordar el nombre del autor que mal parafraseo). El problema es saber en qué momento nuestro sistemas de representación se está yendo de largo frente a los “hechos”, si Juanito se quiere tirar a Juanita y se la intenta meter por el ombligo. Y la cosa no se resuelve en dos patadas. El problema termina aquí con eso, más allá de lo irrepresentable, con las “representaciones sin representante”. Y los sistemas son a veces tan poderosos, que desmentir y desmitificar algunas representaciones sin lugar es un problemón, ejemplo, algunas personas siguen pensando que “saben” que Dios creó el mundo en 6 patadas, la última se la guardó y mejor se echó a ver todo el daño que había hecho.
Creo que mi postura ante este problema es que debemos asumir que nuestros instrumentos son defectuosos, de estar siempre desconfiados. Creo que prefiero el espíritu popperiano del falsacinismo, modus tollendo tollens y buscar lo funcional. Como sea prefiero cualquier postura abusiva o no, pero que deje espacio al dialogo o a la crítica, a tomar un aposturalismo cobarde estilo posmoderno, acriticables por lo mismo, que clausure todos los problemas por irrepresentables o incomunicables. Cuando debíamos, antes que ello, antes que abordar esos problemas, intentar depurar los planos de representaciones sin representante y de teorías ad hoc, que vienen a ser lo que has dicho: “sistema(s) hecho(s) de parches con evidencias, otra especie de representado sin representante.
Creo que tus ultimas peguntas me llevaría otros párrafos intentar responder algo, así que aquí mejor le dejo.

Manuel:
La neta no sé. Quizás en La Lagunilla.

Cœlispex dijo...

"Creo que prefiero el espíritu popperiano del falsacinismo, modus tollendo tollens y buscar lo funcional."

Muy de acuerdo. La verdad nosotros tenemos indicios, tenemos evidencia. Eso nos da una pauta, que si bien no es unívoca, es suficiente como para servir de alerta cuando estamos en pajazos huevones.

Y sin embargo la gente prefiere creer. Por eso digo que uno es responsable de su mundo y que la única discusión significativa es la que uno tiene consigo mismo.

Ja, eso de ulchurianismo está bueno. Pobre muchacho, ni lo conozco.