4/5/10

A una suicida

Quiérete como si me quisieras y fuera yo tu amor nunca encontrado.
Quiérete como el dolor que florece en tu pecho oscuro como caverna.
Quiere querer tu dolor y quiéreme como el odio que no me has tenido.

Mira tu sangre, entonces, que cabe en un frasco no muy grande de cristal.
Mira tu cuerpo, dentro de una caja no más grande que un refrigerador.
Mira tu corazón que, extirpado, no se distingue del de un cerdo.

Escucha tu voz cuando la soga constriña tu cuello y tus orines desciendan las piernas.
Escucha mi voz aquella tarde que me ahogué en un río y mi cara apareció azul en el agua verde.
Escucha el canto de los pájaros volando aprisa ese día que estallaron las bombas.

Lo has visto, no has escuchado nada.
Como la voz del niño que le suplicaba a la madre cuando lo sofocaba bajo su almohada.

No te salves, entonces, con el filo de un cuchillo yendo más allá de tu piel, dejando un charco de sangre.
No te salves con la velocidad de un carro fracturando tu cuerpo, arrancándote la piel de un tajo.
No te salves con el peso de tu cuerpo en caída libre, que quedará dislocado en un piso cuarteado.

Sacrifícate, con la vida que guarda tu llanto como una tormenta en un día de primavera.
Sacrifícate, por el dolor que tira de ti y tú te dejas hundir para poder mirar desde abajo.
Sacrifícate, porque qué más da, ¿no parece más interesante que un velorio lleno de llanto?

Amante, ve que la muerta igual te espera en cada esquina, que tus huesos igual se irán al carajo.
Mi suicida, niña estúpida, no ves que la vida no vale.
Ve a cazar mariposas negras en la noche, sal a cortar girasoles con el sol en tu rostro,
y déjate arrastrar como las nubes,
tormentosa y atormentada.

Se cínica, sonríeme, no te salves, sacrifícate,
no ves que la vida no vale, por qué la muerte lo haría…
Sonríeme, y vamos a pescar atardeceres sangrientos.


1 comentario:

(+_+) ... dijo...

jajajajaja...
esta muy 'Harry Haler'...
Pero evidentemente así es'...
También Sófocles lo sabía y este texto me ha parecido delicioso, atardeceres sangrientos, sonrisas cínicas y tal vez una felicidad banal liberadora de endorfinas a las que somos adictos... el amor no sólo es como la peste'','es una droga' desgraciadamente sana como la venganza ;).
beso