6/10/07

Hoy es sábado

Los sábados se han vuelto días triste, pero en el sentido feo (y es que estoy seguro que hay un sentido fuerte y "admirable" de la tristeza). Pero esta es de esas que uno pone en lugar del aburrimiento... y ya; tristeza de la buena, talvez, esa que uno no podría admirar y entonces se la admira por in-admirable {nótese que esta cosa como nomadismo [cualquier similitud con deleuzianismo es mera coincidencia fonológica(en verdad: ESTO NO ES UN SARCASMO... si es coincidencia)] definicional es alguna-forma de cantinflismo mental}.

Creo que el mejor momento para ver la TV es después de las 00:00 (si eres de clase media-pobre-baja, como es mi caso). Ese momento es en el que la programación de todos los canales adquieren un punto de homogeneización indescriptible, quintaesencia de algún tipo de globalización-generalizada [sé que eso parece un pleonasmo, pero piense bien.. es tá usted seguro? (música de algún tipo)]. En tal punto es indecidible decantarse por alguna forma estacionaria en la que el receptor permanezca más de unos segundos en alguna frecuencia específica, uno deviene un transductor-autómata de alguna conciencie universal superior (esto no es sólo alguna forma de pleonasmo, es una mamada). Por otra parte, creo que se trata sólo de una discretización de una señal continua (constante de banalización), como intentando franquear la uniformidad sin éxito. De ahí esa homogeneidad que decía, esta se da principalmente por la excelente calidad de todas las transmisiones, calidad fundamentada en el excelente histrionismo de los protagonistas de esos programas. Sé que esto no es tan fácil de apreciar, pero piense, actuar bien es complicado... pero esto va más allá. Creo que una de las situaciones más complicadas que se le puede presentar a un actor, es el momento en el que tiene que actuar como que no sabe actuar... Ven? eso es más que sólo actuar. No se trata de urdir una credibilidad histriónica en la naturalidad de su representación, sino de actuar naturalmente una artificialidad manifiesta y volverla creíble, exponenciando esa credibilidad por ese doble ardid, una doble actuación exponencial, como la raíz cuadrada de un suceso histriónico. (porque eso es lo que pasa en esos programas, no es así? Si no como se explica uno que se puedan vender todas esas cosas inservibles que anuncian, como se explica uno que esos programas existan? Eh?)

Pues bien... un aplauso por todos esos programas comerciales, del fin de los altos ratings de las programaciones habituales de las horas pico. Un aplauso, por el alto nivel actoral de los presentadores -me cae que yo sí les creo que no saben actuar. Un aplauso por endulzarme todas las noche de desvelo, mediocridad y estreñimiento creativos. Bravo! Arriba el total toner, el bodi sainer squiin, el etc., etc., etc. muchas gracias. Muchas gracias por llevar al extremo y la perfección el viejo ardid en el que el loco se hace pasar por loco para ocultar su locura. Gracias... sinceras.

Vómito.. etc., etc.

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